Comenzó el ciclo de diálogos Ambiente Metropolitano

El jueves 01 de septiembre se realizó en la Universidad Nacional Arturo Jauretche el primer diálogo del Ciclo Ambiente Metropolitano “Adaptación al cambio climático”, co-organizado por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) y la Fundación Metropolitana. El mismo fue transmitido a través de YouTube en los canales de Mestiza WebTV y Fundametro, y se encuentra disponible para su consulta.

La apertura institucional estuvo a cargo por la Secretaría de Política Ambiental en Recursos Naturales de la Nación, Beatriz Domingorena; el Rector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, Arnaldo Medina; el Director del del Centro Estudios Metropolitanos, Matías Barroetaveña; y el Presidente de la Fundación Metropolitana, Gastón Urquiza.

“Hacemos estos encuentros para transformar la realidad, por eso contar con la presencia de la sociedad civil, de organizaciones sociales, estudiantes, docentes, de empresas y del Estado es fundamental para abordar políticas públicas desde el consenso” sostuvo Matías Barroetaveña. En este sentido, Arnaldo Medina explicó que, desde las universidades, en especial desde la UNAJ: “Más allá del ámbito de las ideas, tenemos, como todos y todas, la responsabilidad de pasar a la acción. Esto especialmente teniendo en cuenta que ofrecemos una carrera de Gestión Ambiental”.

Desde esta visión, Gastón Urquiza señaló que: «Este ciclo de diálogos materializa el sueño de la Fundación que construimos colectivamente. En la medida en que se involucren más actores y especialistas, el correlato con la política pública es inminente».  Mientras que Beatriz Domingorena invitó a participar de todo el ciclo, y sumarse a los debates que se vienen sobre empleo verde y economía circular: “La agenda ambiental tiene grandes desafíos en el marco del ordenamiento del territorio que tienen que ver con nuestro contexto demográfico, social, ambiental, económico y político. Y estos encuentros de reflexión sobre las políticas ambientales son fundamentales”.

De la mesa participaron: el Director de Transición Ecológica de la Provincia de Buenos Aires, Hernán Hougassian; el profesor e investigador CONICET/UNAHUR, Osvaldo Girardin; la Gerente de Medioambiente y Energía de la Cámara de Comercio Argentino Alemana, Annika Klump; el Representante de Eco House Global, Sixto Cristiani; y la Directora del Área, Territorios y Acceso a Derechos del CEM, Yanina Rullo. Y contó con la moderación del Coordinador Académico del CEM, Pablo Mesa.

“El cambio climático implica tendencias a largo plazo, el clima está en constante cambio y en general los cambios de corto plazo se asocian a la variabilidad climática. Cuando hablamos de cambio climático nos referimos a tendencias que se observan en 30/50 años.  La temperatura en Argentina desde 1960 a 2010 aumentó en promedio medio grado en todo el país, pero en la Patagonia aumentó 1 grado” señaló el profesor Osvaldo Girardin. Y agregó que los impactos y precipitaciones que se observan en el país son muy heterogéneas, en el Litoral cada vez llueve más, mientras que en Cuyo y Los Andes cada vez llueve menos: “Solo por las mayores lluvias la agricultura incorporó más de 100 mil km2 porque se corrió la isoyeta de 600 milímetros para el sur y para el oeste. Pero no todo es el cambio climático, hay responsabilidad en cómo las dinámicas económicas exacerban los cambios ambientales y los empeoran. Hay lugares que ahora se inundan no porque esté lloviendo 10 veces más que antes, sino porque secamos el humedal y modificamos la hidrografía del lugar”.

En este sentido, Girardin sostuvo que las tendencias y dinámicas son los que marcan los desafíos, un caso es cómo se corrieron hasta el AMBA las enfermedades tropicales como el dengue. Respecto al Área Metropolitana de Buenos Aires, está en la zona donde aumentaron las precipitaciones y en la cual “las amenazas ambientales ponen en juego 40% de la población, sumado a las actividades económicas, sin embargo, está la capacidad de respuesta que puede reducir la vulnerabilidad” concluyó el investigador del CONICET.

Retomando la línea de Girardin, Sixto Cristiani señaló que no hay problemáticas puramente ambientales, sino socioambientales porque los impactos que se esperan son sobre la población y dentro de ellas a las más vulnerables, y destacó que: “Las personas que menos causan el cambio climático son las que más lo sufren. Si el AMBA representa el 40% de la población argentina, las personas que viven en barrios populares del AMBA representan el 70% de la población que vive en barrios populares del país. Y ésto da cuenta de la vulnerabilidad social, económica y ambiental del AMBA. Estas personas viven al lado del río porque nadie quiere reclamar por tierras que no tienen uso para construcción o producción, que también son zonas de humedales lo que implica un doble problema por tratarse de fuentes naturales de adaptación y mitigación al cambio climático. En el AMBA podemos esperar a futuro mayor frecuencia y mayor gravedad, porque si hablamos de un aumento promedio de 1% implica que en los eventos pocos frecuentes puede ser de 5, 6 y 7 grados, y en el AMBA esto repercute con mayor vulnerabilidad en los barrios populares y es ahí en donde hay que poner foco”.

Por otra parte, Cristiani señaló que la resiliencia ante las emergencias involucra costos sociales y económicos a los Estados, a las empresas y a las poblaciones y propuso una solución ecosistémica, pensar el sistema paisajístico de las ciudades que aumentan la biodiversidad. A su vez, señaló la importancia de la planificación de las ciudades y los territorios sin esperar que Nación se ponga de acuerdo con el inventario de humedales: “Podemos sacar una ordenanza, por ahí la ordenanza de Florencia Varela después no esté de acuerdo con el nivel nacional pero se puede ajustar (…) esto le pone presión a la provincia para que haga su ley de humedales y a su vez después sube a Nación, pero tiene que empezar en el territorio porque es donde se sufre las consecuencias”.

Por su parte, Yanina Rullo expuso sobre la investigación que realizó el CEM del Plan de Acción Climática de la Ciudad de Buenos Aires: “CABA desde el año 2011 tiene una ley de adaptación y mitigación del cambio climático. Un marco normativo que es muy bueno que en la práctica no se traduce en acciones ecosistémicas que tengan que ver con una planificación urbanística climática”. A este fenómeno lo vinculó a la sensibilización social, pues: “Hay un inventario, hay mitigación en la reducción de emisiones de un 10/11% territorial, pero queda en datos y en números. Acá aparece la mirada tecnocrática sobre la política pública, la posibilidad de aplicar los datos, las estadísticas, el relevamiento que tiene a disposición debe involucrar una mirada de sensibilidad social fundamentalmente en la adaptación”.

Y destacó que: “El cambio climático no se trata solo de mitigación, sino que debe trasladarse en una política urbanística ecosistémica que involucre la mitigación y la adaptación”. Asimismo, invitó al público a leer el estudió que realizó el Centro de Estudios Metropolitanos que estará disponible en su página web y que da cuenta del código urbanístico de la Ciudad de Buenos Aires, la gestión de residuos y la participación de la sociedad civil, entre otros temas que se abordan.

A continuación, Annika Klump brindó información sobre las situaciones que se presentan en Alemania y las acciones que se llevan a cabo: “En Alemania hay una ola de calor y una sequía nunca antes vista en los últimos 500 años. Y en contraparte, el año pasado hubo inundaciones por las que arroyos se convirtieron en ríos y que conllevaron varias muertes. A partir del cambio climático, se vienen tomando diversas medidas, por un lado, se hizo un estudio sobre la adaptación en ciudades alemanas y entre 104 jurisdicciones, Berlín fue la que mejores respuestas ha dado. A su vez se contrastó que las urbes alemanas han conseguido mejores planes de adaptación, mientras que las pequeñas y medianas ciudades han logrado mejores programas de mitigación. Por otro lado, se está debatiendo sobre las ciudades esponjas en cuanto a infraestructura verde y azul en el sentido de uso, aprovechamiento y gestión de los recursos naturales que implica de la cooperación entre la sociedad civil, el sector público y privado. Se trata también de impulsar el concepto de jardines climáticos, de aumentar los espacios verdes y de darle importancia al cuidado de la flora a través de la agencia de agua de lluvia. Es decir, por medio de la búsqueda de almacenar, capturar y aprovechar el agua de la lluvia en espacios públicos y privados con incentivos de reducción de impuestos. El desafío es que la adaptación no es un tema sólo de ambiente, sino que son desafíos normativos, económicos y de recursos humanos”.

Por último, Hernán Hougassian expuso sobre el marco teórico/conceptual del Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires: “Hablamos de ambientalismo popular, entender que las políticas ambientales afectan a las personas, que los seres humanos integramos el ambiente. Hay un planteo sobre que de un lado va el desarrollo económico y por el otro el cuidado del ambiente como si fueran conceptos dicotómicos, un planteo que desde el Ministerio no suscribimos. Por eso, probablemente cueste leer en textos de ministerio hablar de desarrollo sustentable porque, así como entendemos que no hay ninguna contradicción entre el desarrollo y el ambiente, si no se contempla la perspectiva ambiental no hay ningún tipo de desarrollo posible. Hablamos de desarrollo humano, de desarrollo integral y de tratar de ir construyendo las condiciones de posibilidad para el buen vivir de la gente. El ambientalismo popular es que cuando hablamos de las inundaciones, de sequías o de eventos extremos hablemos sobre cómo eso impacta en la salud, economía y capacidad de socializar de las personas”.

A su vez, señaló que promueven la descentralización de las acciones climáticas a través de un fondo de fortalecimiento de las capacidades de acción local para la adaptación y mitigación de los eventos extremos que involucra un presupuesto de 530 millones de pesos para los 135 municipios. Reconociendo que con ese financiamiento no se va a poder avanzar con temas estructurales y demandó la discusión sobre cómo hacemos para planificar y ejecutar la transición considerando que Argentina es uno de los países que menos emite, pero que más sufre las consecuencias: el financiamiento tiene que venir de los países que, durante los últimos 300 años generaron gases de efecto invernadero y hoy nos llevan a discutir la adaptación. Tenemos que mejorar y profundizar la respuesta, pero la verdad es que también tenemos que entender que los países a los que muchas veces les debemos financieramente nos deben en materia ambiental. El canje de deuda financiera por deuda ambiental es fundamental”, concluyó.
 
Acerca de la Fundación Metropolitana

La Fundación Metropolitana es una organización de la sociedad civil que trabaja desde el 2000, impulsando procesos de planeamiento participativo para el área metropolitana de Buenos Aires, generando articulación entre actores públicos y privados con el objetivo de mejorar las políticas públicas metropolitanas, e incidiendo en las decisiones a partir de la generación de consensos.

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